Durante 6 años (del 2012 al 2017) he estado fotografiando en la calle a algunas de las personas que estaban haciendo la cola para entrar en el Salón del Manga de Barcelona. Todas las fotografías cuentan con la complicidad del personaje; todas están realizadas en la calle utilizando fondos que la propia calle ofrece y sin flash externo.
Por unas horas, los personajes representados se convierten en reales, formando parte de uno de los muchos mundos que conviven en este mundo.